miércoles, 7 de febrero de 2018

Rogue - Shifters, vol. 2


La "urban" como evasión, como minibreak para eludir lo cotidiano, sea en la vida real o en la ficción realista. Esa ha sido siempre mi idea. 

Por eso me gusta, porque pone algo de pausa en los ritmos diarios (como la buena fantasía y la ciencia-ficción de antes). Una forma distinta de alienación/distracción.

El problema es que a veces lo extraordinario se vuelve cotidiano y pierde parte de su  magia. Esa cotidianidad viene por una doble vía: la repetición o la asimilación.

La repetición es el peor castigo que pueden imponerme como lector. Odio la sensación de deja vú y esa idea constante de "lo he visto", "lo he leído", "me recuerda a"... el problema es que hay mucha tendencia a caer en ella, sea por utilizar fórmulas ajenas o por ser incapaz de salirse de propias y, por desgracia, cuanto más lees mayor es la probabilidad de topar con ellas.

"Stray", la primera entrega de la serie, tenía algo de "Bitten" de Kelley Armstrong. Cambiábamos perros por felinos pero la parte inicial tenía cierta similitud y, a pesar de los intentos por poner cierta distancia entre las dos tramas y aceptando que la resolución era también algo distinta, el resultado no terminaba de ser precisamente novedoso.

Eso sí,  estaba bien construída, se lee muy bien, esmuy dinámica, con personajes con ese ligero toque adicional que los hace atractivos cuando los tienes delante. Además es relativamente coral, aunque esté contada en primera persona, algo que no tenía la primera entrega de "Women of the Otherworld" y eso también ayuda.

"Rogue", afortunadamente, se separa de esa tendencia al "calco sutil" y se muestra más autónoma, con una trama totalmente distinta a la que planteaba "Stolen" (la continuación de "Bitten"), partiendo de la idea de que quizás quien cambio totalmente el registro en ese caso fuese Armstrong en su momento.

Rachel Vincent continúa la estela dejada por la primera novela y retoma parte de la trama en esta segunda entrega (o la trama entera) para seguir construyendo un universo de forma paulatina, sin giros bruscos e inesperados. Quizás en un desarrollo demasiado lento o, lo que sería más aterrador, con un universo bastante más limitado de lo que me gusta.

En ese sentido, la segunda novela de la serie ofrece pocos (o casi ningún) elemento novedoso. 

Mantiene la agilidad en la lectura, sigue siendo entretenida y se lee fracamente bien pero ha perdido algo de gas y no tiene el punch inicial que tuvo la serie en el inicio.

Ahí llega la asimilación. La cosa está en que frente a otros autores como Patricia Briggs (y así me salgo de las citas habituales, que yo también me repito), Vicent resulta más "humana" en la construcción de sus novelas y otorga un peso específico propio a las tramas familiares, las disputas domésticas y los conflictos amorosos, convirtiendo parte de sus historias en algo próximo a las teleseries cotidianas (no me quito de la cabeza la referencia a una antigua que me fascinó durante unos cuantos años,  "Cinco en familia" o "Party of five") con todos los roces, peleas y conflictos internos de un nucleo familiar reducido con, eso sí, "superpoderes".

Esa vertiente, que es entretenida y cubre un espectro más amplio que el de la Urban más pura, es entretenido en la medida en que las fórmulas no se vuelvan repetitivas y anodinas y es ahí, en esa fina línea que separa lo bueno de lo banal, donde Vincent hace equilibrios de forma permanente. De momento no se ha caído, pero la frescura inicial y el efecto "ooohhh" ante lo que le cuenta se va diluyendo y, o la cosa mejora un poco, o existe claro riesgo de que se le empiecen a ver las costuras a su traje.

Mentiría si dijese que "Rogue" no me ha gustado, sería totalmente falso pero hay un mecanismo interno que se ha puesto en marcha y hace que me plantee si la idea inicial de la autora no daba para más y el resto de entregas van a llevar un desarrollo predecible y similar hasta su final.

Mi intención es seguir con la serie. La sinopsis de la tercera entrega promete y si realmente la autora es capaz de seguir manteniendo el pulso narrativo yo estoy dispuesto a tirar adelante con sus historias, la duda es ella será capaz de hacerlo o si lo que lo que los dos entendemos por "pulso narrativo" es algo diametralmente opuesto.

El resto de la novela, la trama principal (la muerte de varios werecats sin "clan") y la secundaria están bien, aunque la intersección de las dos esté demasiado clara desde el principio, así que el efecto sorpresa se pierde muy rápido.

A la trama le falta algo de novedad, que trata de compensar generando disputas familiares y amorosas y llenando las páginas con un toque de culebrón que ameniza los interludios "no activos".

Además, se lee muy, muy bien salvo un breve pasaje intermedio que se hace algo más largo de la cuenta y en el tramo final abre nuevas vías que si su creadora es capaz de explotar pueden convertir la historia en un pasatiempo habitual bastante respetable.

Valoración: me gusta. Pero con algo de miedo y un poco cogido por pinzas, no tanto por esta entrega en sí, que merece la pena como por lo que pueda estar por llegar.

No hay comentarios: