miércoles, 12 de abril de 2017

Asesinato en el Jardín Botánico - Lorenzo La Marca, vol. 1


Hacía tiempo que quería volver a la novela negra mediterránea, esa con algo de componente social, con un poco de comida, de sol, de distracción... menos negra y más cotidiana.

Voy detrás de "La costilla de Adán" de Antonio Manzini desde hace más de un año (desde que leí "Pista negra"), pero he querido dejar tiempo para que no fuese muy seguido y ahora, cada vez que me planteo empezarlo, siempre surge algo que hace que lo postergue un poco.

Esta vez ha sido la irrupción de esta novela publicada aquí 20 años más tarde de la edición original, primera de una serie de novelas negras protagonizadas por Lorenzo La Marca, profesor universitario, que se ve inmerso, en ésta, en la investigación de la muerte de un antiguo compañero y amigo de la juventud.

Es un tipo de relato peculiar, muy del corte de Andrea Camilleri (qué además lo cita como referente en su biblioteca), aunque más que la crónica de una investigación es el diario de unas semanas en la vida de La Marca, por mucho que siempre está presente el interés por resolver el misterio pero es más hilo conductor que trama principal.

Es una obra ligera en la forma, de lectura sencilla y cómoda, que sólo se ralentiza por las continuas citas, referencias y disrupciones que adornan la narración con profusión, asociadas a situaciones y momentos literarios, históricos, musicales o cinematográficos que su protagonista evoca al vivir determinadas situaciones. 

Como persona que incorpora en su propio discurso (y por desgracia en su pensamiento) esas mismas disgresiones reconozco que la lectura me ha parecido muy entretenida y didáctica si bien confieso que en cuestiones tangenciales (que no alteran el sentido de la novela) me he perdido algo  de su valor al no tener el bagage suficiente para seguir todas las referencias a la cultura e historia italiana y que, en otras, no he sido capaz de captar en su totalidad todo el sentido por una mera cuestión generacional.

Es una novela de lectura rápida en la que curiosamente cuesta entrar, porque es un estilo tan marcado desde el principio, sin una introducción paulatina y con las continuas disrupciones en la narración, que exige un esfuerzo adicional al lector, que no sabe de qué va todo eso pero, una vez pasado ese primer tramo, le coges "el punto" a La Marca, a su humor, a la forma en que se relaciona con sus amigos, a su extraña historia con Michelle, a su proceder hasta cierto punto anárquico, su peculiar forma de entender el mundo y su vertiente más peleona e irrespetuosa.

Para mi gusto a su protagonista le falta un poco para estar a la altura de otros referentes italianos como "el" Rocco Schiavone (de Antonio Manzini), "el" Montalbano de Camilleri o "el" Guido Guerrieri de Carofiglio. Es más cargante, a ciertos niveles algo petulante y recargado, careciendo del punto intimista que aporta Guerrieri, del humor cínico-ácido con frescura de diálogos de Montalbano o de la coherencia global dentro de la moral peculiar que ostenta Schiavone.

Quizás defina más la sociedad italiana a grandes rasgos que alguno de los anteriores al dotar de más "realismo" a sus secundarios, con diálogos menos brillantes pero con una definición más clara de todos ellos y, sobre todo, un perfil menos extremo/caricaturesco en algunos casos. Ni el tonto es "tan tonto", ni el "malo" lo es tan definido, ni...

En resumen.. me ha faltado algo de chicha, algo de chispa y un punto de gracia fácil y me ha sobrado "una poca" cultura/referencia para que la sensación fuese más redonda pero en global es una lectura entretenida y curiosa, de personajes y diálogos, de silencios y sospechas pero siempre en un clima mediterráneo donde la comida, las terrazas, el sol y la familia tienen también su reflejo, incluso en el carácter de los personajes.

Creo que gente de la generación de mis padres, que vivieron/presenciaron/colaboraron en las revueltas de mayo del 68, pueden encontrar más puntos en común con La Marca y sus referencias y encontrar en la novela no sólo un ejercicio literario sino nemotécnico que les lleve a recordar y disfrutar de recuerdos y vivencias similares aunque en entornos distintos. 

A mí me ha faltado ese punto para, quizá, poder empatizar algo más con él y generar entonces otro punto adicional de vinculación con la obra.

De novelas que han pasado por aquí quizá por tono y ritmo (aunque con muchas menos disgresiones), lo más parecido haya sido "El nacimiento de Cupido", aunque el personaje de Eugenio Fuentes tiene algo más "asible" que La Marca, por lo menos en los primeros compases de la novela.

Valoración: A pesar de todos los "aparentes" peros... me ha gustado.

Otras cosas... otros ámbitos...

En música ando algo disperso, descubriendo a Dua Lipa (disfrutando más de sus canciones en solitario que las colaboraciones) desde el "Blow your mind (mwah)" a cualquier de sus covers, con mención especial al "All of me" de John Legend y al "The hills" de "The weekend".

Con otro aire y un sonido que me activa mientras me recuerda en algo a Adam Levine, Anne-Marie "ciao adios" o el sonido diferente de Bombai con Bebe en "Sólo si es contigo".

En cine... saturación con Samuel L. Jackson en dos películas distintas y papeles igual de "pasados", "XXX: the return of Xander Cage" (que se queda muy lejos de la primera entrega de la serie) y "Kong: Skull Island" (que en general me gustó pero acabé del susodicho hasta las narices...)

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