miércoles, 18 de enero de 2017

La forma del Agua - Serie del Comisario Montalbano, vol. 1


Soy lector de Andrea Camilleri desde hace bastantes años. 

Comencé con la serie de Montalbano, hará casi una década y, poco a poco, me fui adentrando en el universo de sus novelas independientes, siendo "La muerte de Amalia Sacerdote" una de mis preferidas y "La ópera de Vigata" y "La concesión del teléfono" las dos novelas con las que más he disfrutado.

Lo fácil... decir que lo que más me gusta es su acidez y capacidad para describir todos los pormenores de la corrupción en la sociedad italiana, la forma en que se gestiona y como mancilla a todos cuantos toca, sin dejar incolume a ninguno de los estamentos de la sociedad pero con el tono justo para que uno no sienta que todo es una mierda. 

Su único pero, lo que menos me gusta... su enorme brevedad. En apenas 3 horas uno puede dar cuenta de prácticamente todos los libros del autor italiano.

Lo difícil... reconocer que mi percepción de Camilleri ha cambiado con los años. Lo que antes parecía vanalidad y satira sencilla se ve ahora con una mirada algo más cínica y ligeramente  resabiada, que disfruta con la trama siguiendo cada paso, leyendo con menos premura y fijándose más en los detalles, reconociendo alguna de las artes y maneras con las que hay que transitar por el día a día laboral y al desenvolverse en la propia sociedad.

Así, la lectura fluida se convierte en divertimento a dosificar, procurando ser capaz de seguir el hilo de un autor que tiende a moverse con habilidad en el juego de espejos y medias verdades que Montalbano tiene que tejer para  sobrevivir en un entorno hostil, donde nadie es de fiar y un paso en falso puede llevar a la supresión inmediata de tu vida.

La ligereza en el trato puede llevarle a pensar al lector que se encuentra ante una obra menor, ligera e inocua, que exagera y entretiene y no en una de las mayores denuncias sociales que existen sobre el sistema de corruptelas, servidumbres y mafias que campan por sus respetos en muchas de las sociedades mediterráneas actuales.

Camilleri no describe la realidad con el tono narrativo, mesurado y lineal de Petros Markaris, ni con la pesadumbre y el ambiente funesto y derrotista (casi derrotado) de Jean-Claude Izzo, pero va desmontando capa a capa cada estrato social, explicando la gran mentira que se esconde dentro de la actual construcción del Estado de Bienestar y de los (así llamados) Estados Sociales y de Derecho.

Mi sensación, por lo menos hasta hace un par de semanas, era que la mejor versión del autor se estaba dando en los últimos años (con la excepción de "Mujeres", que no me gustó), porque aunque (o gracias a que) la sutileza ya no llega al mismo grado de finura que antes, el mensaje es un puntito más directo e incisivo pero la relectura de la primera entrega de Montalbano me hace dudar de si lo que ha cambiado es la mirada del lector y no la forma de escribir del narrador.

Cuando comencé con este tipo de novelas lamenté profundamente la situación de Italia, me compadecí por cuanto les acontecía, no entendí cómo se permitían tener los dirigentes que les lideraban y, por supuesto, que hubiesen dejado que la corrupción se asentase en todas sus instituciones. Ahora me doy cuenta de que la distancia entre la Italia de Camilleri y la España actual no es tanta y que quizás lo que realmente nos separa es que alguien se haya atrevido a profundizar en la situación y denunciarla de una forma comercial y de fácil consumo.

En concreto, en "La forma del agua" nos encontramos con una muerte accidental de la que muchos intentan sacar partido y en la que Montalbano intenta poner algo de luz y, como se descubre al final, que haya algo de justicia. 

En el camino le veremos mostrarse como uno de los más grandes actores de la historia (y no precisamente por su arte con el disfraz), navegar en un "mar bravio" como sólo el más avezado de los pescadores es capaz y logar esconder sus más recónditos deseos y anhelos incluso a los ojos del espectador hasta el golpe de efecto final.

Como lector... creo que pocas autores son capaces de crear un ritmo y un mensaje tan claro con tan poco, dando además un toque de humor e hilaridad muy de agradecer, por mucho que es difícil dar con una novela suya que no amargue al final.

Como ciudadano... lamento que no haya más gente con la capacidad e interés por denunciar y poner de manifiesto las miserias de la sociedad que habito para ver si poco a poco el mensaje así cala, ya que es evidente que las noticias y la prensa ya no sirven para hacer llegar a la gente nada.

Valoración: Me ha gustado.

No hay comentarios: