martes, 24 de enero de 2017

Justice calling - The Twenty sided sorceress, book 1


Lo primero a explicar de "Justice calling" es que es una novella, es decir, es un relato lo suficientemente largo como para no poder ser considerado un relato corto pero no tanto como para poder llegar a ser un libro.

Su longitud es una de sus grandes bazas al convertir su lectura en algo bastante breve, con la dimensión justa para que de margen a meterse en la novela pero tan breve que no hay espacio ni a cansarse ni a poner a prueba el planteamiento global de la autora. Es, salvando las distancias, como si cogieses alguna de las novelas de Harry Dresden y te limitases a hablar/narrar una de sus subtramas.

Tiene el empaque justo, es agradable de leer, usa un inglés cotidiano que no exige sobreesfuerzos ni mucha consulta a diccionarios en paralelo y contiene una historia entretenida que atrae tu atención lo suficiente como para disfrutar.

Para aquellos que busquen lecturas rápidas es un tesoro, lleno de diálogo, con muy poca descripción y apenas atisbo de entornos o historias pasadas, lo justo para que uno vaya rellenando huecos a voluntad. Pura evasión sin exigencias.

Su protagonista (y la de la serie) es Jade Crow, hechicera fugitiva bastante más próxima a Kate Daniels (aunque ella no lo es) que a Harry Dresden (por muy mago que sea éste). Es un personaje con cierto carácter pero que no termina de mostrar un carisma propio que la haga cautivadora.

Los secundarios no están mal, similares en sus formas a los compañeros de aventuras de Buffy en televisión (agradables, de esos a los que coges cariño fácilmente pero que aportan poco a la trama salvo generar algún cargo de conciencia en la prota o tirar de ella cuando ésta quiere recular). 

Hay amago de amor o, quizás sea más correcto, de esa atracción sexual no resuelta que en parte del género se tiende a confundir con el amor a primera vista. 

Y algo de acción aunque Annie Bellet parece más próxima a la corriente que no centra en las luchas el peso de la trama y las resuelve con bastante rapidez. Cuenta, eso sí, con algún momento algo lúgubre, pero nada gore que espante a quienes rehuyen la sangre como el agua a los gatos.

Pero... hay una sensación que no tarda en aparecer y que permanece hasta el final de que hay mucho de Ilona Andrews y su Kate Daniels en la novela: un entorno más o menos similar (que ayuda a situarse en la trama y permite la brevedad de la narración) con varios tipos de cambiaformas y un juego de magias no muy detallado; una protagonista que huye de una figura (más o menos humanoide pero de carácter masculino) y que trata de permanecer oculta y que, además, cuenta desde esta novela con el apoyo de un impresionante cambiaformas (aquí en forma de tigre) con grandes dotes y facultades para la lucha, que se asemeja bastante al Curran de Andrews.

A favor... que desde el comienzo hay un punto más oscuro de lo que suele ser habitual en el género (no tanto por lo que se ve sino por donde puede acabar llevando a su protagonista) que puede dar mucho juego en función de hacia donde derive la historia y cuánto quiera apostar por esa vía Bellet.

Valoración: me ha gustado. Los peros están claros y todo dependerá de hacia donde vaya tirando la autora y lo que aporte con respecto a otras series del género que siguen un patrón similar. Hay demasiado en el género y, ahora mismo bastante variado, como para centrarse en "más de lo mismo". 

P.D: si tienes dudas sobre esta última afirmación, te emplazo a que vuelvas en unos días. En breve comentaré "Dead things" de Stephen Blackmoore, la primera (o segunda) gran sorpresa del año, mínimo primera en el género.

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