martes, 8 de noviembre de 2016

El caso del anillo - Fuego y hielo, vol. 1


Lo primero: ésta es una novela negra.

Lo digo para evitar que la portada puede llevar a equívoco. 

Recuerda a "El Señor de los anillos" y lo hace con razón porque la trama guarda una estrecha relación con J. R. R. Tolkien y su obra cumbre, pero de entrada aleja al lector potencial de la misma y puede suponer más de un desencanto para quién la coja esperando tener algo de fantasía en sus manos.

La portada original, al menos la que he visto , es mucho más clara, centrada en un paisaje islandes, volcánico, gris y espectacular, que puede no captar tanto la atención del público en general pero desde luego no provoca confusión alguna. Pero va en gustos.

En cuanto a la novela...

Es una novela policiaca, más que de misterio, alejada de los thrillers americanos al carecer de su carga de tensión o de cualquier tipo de ambientación lúgubre.

Tiene algo de corte social, que es algo que me gusta, y como lector sirve para realizar un acercamiento (en mi caso el primero) a la realidad de Islandia. 

En ese sentido me parece una lectura interesante y curiosa, que nos sitúa en el país tras la crisis crediticia de hace unos años que estuvo a punto de llevarse por delante a toda una nación.

La kreppa, que es como se conoce allí, forma parte de la trama, una sombra que se cierne sobre la vida cotidiana de algunos de sus personajes y que forma parte, aunque de forma indirecta, de la trama.

Por muy social que pueda decir que es y por mucho que la kreppa aparezca y se explique, la novela de Michael Ridpath dista mucho de representar para el lector un aporte tan enriquecedor y esclarecedor como ha podido ser el de Petros Markaris sobre la crisis griegaAquí la crisis sirve de detonante de la decisión que inicia toda una serie de acontecimientos que desembocarán en una serie  muertes/asesinatos,  y se menciona para explicar algún comportamiento o situación social, pero no es la protagonista de la trama.

Por si alguien intenta establecer algún paralelismo con "La isla de los cazadores de pájaros", que hace unos meses pasó por aquí, quizás al principio de este libro haya algo que recuerde a la forma en que Peter May llevaba allí la narración pero poco a poco se va produciendo el distanciamiento en la forma en que se trata y llegar a compararlas sería muy injusto porque el de Ridpath es un tratamiento más tangencial y mucho menos instructivo que el de May, sin el intimismo que éste le aporta y sin que en ningún momento la propia Islandia, su cultura y su orografía lleguen a convertirse en un personaje más de la narración.

Hay investigación, más a la vieja usanza que con las nuevas tecnologías, en un proceso de interrogatorios, visitas y entrevistas que sirve para recorrer algunos rincones de Reikiavik y de la geografía islandesa. Aquí falla algo el rigor y quizás los personajes carezcan del empaque o del desenvolvimiento que estamos acostumbrados a ver en este tipo de novelas, son mucho más "humanos" y quizás comentan más errores y se distraigan más de lo habitual.

La lectura es dinámica, bastante ágil y alejada de los procedimientales que en ocasiones pueden resultar bastante farragosos.

El ritmo es uno de los pequeños peros de la trama. La narración es inconstante, con un arranque muy vivo y bastante prometedor que lleva a esperar acción, adrenalina y algo de tensión y un tramo intermedio algo más árido, con un ritmo irregular y cierta pausa que produce el distanciamiento del lector. Sólo al final se recupera algo el pulso, con un final bastante correcto,  aunque no llega a cautivar como al comienzo.

Influyen algunos cambios de puntos de vista de la narración que desplazan la atención a historias totalmente secundarias que poco a poco se convierten en pesadas para el poco peso específico que acaban teniendo en el global de la historia.

De entre todas ellas destaca la parte bostoniana de la trama, que se va intercalando para mostrar el riesgo a que está expuesto el protagonista. Fragmentos llamados a subir el ritmo de la trama, a mostrar algo de acción y de generar espectación pero tras la primera/segunda irrupción pierden su encanto y se acaban haciendo algo pesados. Sólo cuando las dos tramas se desarrollan en suelo islandes la trama vuelve a generar curiosidad en el espectador.

Valoración: me ha gustado.

¿Por qué me ha gustado a pesar de todo? Porque durante un rato se toma lo suficientemente en serio y trabaja lo suficientemente bien el hilo tolkeniano como para que pase la mayor parte de la historia pensando en si existe o no la saga de Gaukur y en qué medida influyó en el escritor para elaborar su trilogía y su mundo.

Además Magnus no es un mal protagonista, quizás algo carente de carácter, pero es bastante llevadero y, en general, un buen guía por las costumbres islandesas.

Y, por supuesto, porque Islandia es cautivadora, tanto por sus paisajes como por algunas de sus características sociales. La única pena es que muchas de ellas se quedan sin explicar y las que se ven no son tratadas en profundidad. Sólo espero que en próximas intregas sea posible conseguir un mayor acercamiento.

En otro orden de cosas...

No ha habido muchos cambios en mi vida en estas semanas. Dejé de ver MacGuiver por ser demasiado bodrio, "Lethal weapon" me parece igual de interesante ahora que hace 4 episodios aunque la adaptación de Murtaugh me parece un tanto forzada/ridiculizada y no me ha dado margen a escuchar muchas cosas nuevas, aunque confesaré que disfruto mucho escuchando "In the name of love" de Martin Garrix y que me resulta imposible no mover el cuerpo escuchando "24k magic" de Bruno Mars. 

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