lunes, 3 de octubre de 2016

"Blood bound" o "Vínculos sangrientos" - Mercedes Thompson´s series, Vol. 2


Cuando escribo un post lo peor es la primera línea, me cuesta un mundo el arranque, no tanto el empezar a teclear como el encontrar una forma de comenzar. Como lector, por contra, lo que más me cuesta en encarar la segunda novela, en el fondo la confrontación entre la realidad y la espectativa creada, el ver si realmente has dado con algo realmente original o si estás leyendo la versión 2.0 de la primera novela y de seguir con una serie va a ser introducirse en un bucle.

"Blood bound" es la segunda entrega de la serie de Mercedes Thompson, tras una primera entrega "Moon called", que no estaba nada mal pero que quedaba a expensas de ver cómo evolucionaba todo.

En manos de Patricia Briggs estaba el decidir si la serie iba a tomar derroteros de "urban" o si, por contra, lo que iba a primar era el "romance sobrenatural".  

No tengo nada en contra de ninguno de los dos géneros, más bien al contrario me gustan ambos, pero me gusta tener las cosas claras y saber qué tengo que esperar cuando voy a empezar una lectura. 

Por si te pasa como a mí, la respuesta es sencilla, sí es Urban pura y dura, con algún dilema del corazón haciendo acto de presencia (incluso con algún nuevo aspirante), pero por encima de todo Urban.

Tras leer esta continuación, pronto te das cuenta de que la primera novela era, ante todo, una presentación, una muestra limitada de la idea que tiene Patricia Briggs de su universo y de que, lejos de tratarse de una novela con éxito que acaba por convertirse en serie se trata, desde el comienzo, de una idea a desarrollar en sucesivas novelas en donde la escritora parece tener claro cuál es el punto de partida y, lo más importante, a dónde quiere llegar.

Parece claro que cada una de las especies que van apareciendo en los libros posee una serie de características inherentes que determinan en algunos casos la forma de ser de los miembros. Así, Mercedes es, antes que nada, una "walker" y eso significa mucho más que el disponer de la capacidad para transformarse en coyote a voluntad, siendo más que nada una forma de ser, un instinto primario que determina una parte importante de su carácter y su forma de proceder, para lo bueno (inmunidad a ciertas magias, etc...) y para lo malo (predecible hasta el punto de, en momentos puntuales, ser manipulable por quienes la conocen bien).

Todo eso, de una forma más extensa y como temática de fondo es lo que subyace en esta segunda entrega donde vampiros y hombres-lobo vuelven a campar a sus anchas, acompañados eso por algúna nueva incorporación o un aumento del protagonismo de algunos personajes que hicieron una aparición bastante breve en la primera entrega, como Zee (gremling y mentor de Mercy),  y algún nuevo fichaje, como Wulfe, el vampiro,  por ejemplo.

Ha diferencia de otras muchas series o en común con algunas de las que más éxito están teniendo, la serie (y éste libro en cuestión) cuentan con una retahíla bastante grande de personajes adictivos, carismáticos y bien definidos que convierten cada una de las lecturas en un viaje independiente, único e irrepetible donde, salvo los casos contados de personajes imprescindibles, los cambios de cromos no marcan tanto el atractivo de la historia como la temática y la forma en la que está tratada la misma.

Si el peso de la primera entrega recaía en (y servía para definir) la relación de Mercedes con la comunidad de hombres-lobo (el Pack de Adam Hauptman) en Tri-Cities, con una narración más física, donde la dominación/subyugación y el lenguaje corporal son determinantes, en esta segunda entrega es el mundo de los vampiros y la interrelación entre todos ellos el que cobra el protagonismo, convirtiendo la novela en lo más parecido a una versión sangrienta de "El Ala Oeste de la Casa Blanca", donde es la política interna, las manipulaciones cortesanas y las luchas intestinas la que marcan el tono.

Es por todo eso un libro cautivador, que muestra una parte distinta de las relaciones dentro de la propia comunidad sobrenatural de la zona, que obliga a Mercedes a explorar su propia naturaleza y a poner a prueba los límites que forman parte de su carácter, asumiendo en muchos casos un papel de enlace entre dicha comunidad y los humanos que residen en la región y, por otro, a afrontar parte de lo que es su legado.

Es más intimista que la anterior, más oscura, más siniestra y quizás por mi forma de ser, más atrayente, un juego de poder, de conspiraciones y espejos, donde nadie es tan bueno como podría parecer y Mercedes es tan pronto reina como peón, incapaz de discernir si actúa por propia iniciativa o como consecuencia de una serie orquestada de elementos que condicionan sus decisiones.

Una continuación pero con muchos elementos nuevos, aumentando y completando el universo en el que se desarrolla la serie, dándole mayor profundidad y cambiando la percepción de esa primera novela, dotando al conjunto de otra dimensión y mostrando, además, que la cosa va a ir a mayores, porque en apenas unas páginas (las que se desarrollan en la taberna del tío Mike) se atisba el complejo universo que también impera en el mundo de las faeries.

Lo mejor, además, es que en esta entrega Patricia Briggs resuelve el gran pero que le encontré a la primera entrega, el remate final, donde el desenlace se resolvía extremadamente rápido, con una gran batalla apenas narrada y aún menos detallada donde parece que las cosas ocurrían porque el final debía ser uno muy concreto.

Cierto que el de ésta no es tan adrenalítico pero es mucho más coherente, acompasado y creíble, menos cargado de testosterona y más de lo que se supone que es la naturaleza propia de su protagonista, dejando muy buen sabor de boca, habriendo, con la espada de Damocles situada sobre ella y un mundo entero aún por explorar.

Y hay amor... o ligoteos... o flirteos... o triángulos y cuadrados amorosos... pero eso, eso imagino que cuando tenga que terminar de estallar lo hará con un gran boom.

Valoración: Me ha gustado mucho.

Como cada uno somos de nuestro padre y de nuestra madre, es difícil encontrar referencias comunes, pero para mí "Blood bound" supone un salto cualitativo similar para la serie similar al que supuso "Grave Peril" (o "La tumba") en la de Harry Dresden, de Jim Butcher.


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