jueves, 25 de agosto de 2016

Nightlife - Cal Leandros series, vol. 1



La Urban Fantasy es uno de esos géneros que me gustan y me mueven. Entre los dos o tres géneros que suelo seguir es uno de los habituales aunque reconozco que se está escribiendo mucho en los últimos años y empieza a ser difícil encontrar algo realmente original que aporte cosas nuevas y suponga un estímulo al leerlo. 

Además es un género que no tiende a disponer de obras autoconclusivas. Todas o la mayor parte son parte de una serie, por lo general muy larga, lo que viene a aumentar la dificultad de seguirlas. Si cada año se publica un libro, la serie se vuelve cada vez más compleja con un mayor número de personajes y de subtramas y requieren una atención significativa, cada vez resultará más difícil diversificar con otras obras.

Al menos eso es lo que yo experimento. 

Frente al mundo de las trilogías, que están tan de moda en otras ramas de lo fantástico, en la Urban las series aumentan año tras año el número de volumenes que contienen y se alargan en periodos de tiempo enormes (la Saga de Harry Dresden comenzó en el año 2000 y desde entonces, casi de forma ininterrumpida, ha sumado un volumen cada año hasta el actual, 16 libros en otros tantos años). 

Una nueva serie que haya llamado la atención supone una atención propia que dedicarle si la obra cumple las expectativas (lo que es genial pero también un problema, por coste económico y porque al final es casi imposible dividir la atención por cuestiones de tiempo yde dinero).

Por eso hace un par de meses, con todo eso en mente, me plantee reiniciar alguna serie (la de Dresden) para poder poner algo de orden en el caos que actualmente tengo con ella (de ahí las dos pequeñas reseñas del post anterior) y limitar a tres o cuatro las series sinfin en un intento de ser coherente y al menos tocarlas un par de veces al año hasta ponerme al día sin haberme perdido algún posible detalle porque está claro que en muchas de ellas el tratamiento como obras autoconclusivas no funciona. 

De esa forma Harry Dresden, Mercedes Thompson, Kate Andrews,  Alex Verus y Atticus O´Sullivan, serán los personajes de Urban que pasenpor aquí de ahora en adelante. Acompañados, a última hora, de Cal Leandros y su hermano Nick, que parecen haber llegado para quedarse.

La serie de los hermanos Leandros aparece porque al quinteto anterior quería añadirle una serie más. Pudo haber sido la de "October Daye", que también estaba en la mesilla, pero por la sinopsis y lo poco que pude averiguar sin reventarme nada, me pareció que tanto "Nightlife" (y el resto que van conformando la serie) pueden aportar algo distinto a mis lecturas.

Tras su lectura creo que ha sido un acierto. Un gran acierto de hecho. Espero que se mantenga.

El porqué no debería ser muy difícil de explicar... creo.

Hay dos protagonistas, noo uno sólo, lo que permite de alguna forma descargar un poco la trama, crear diálogos más o menos frecuentes (sean verbales o gestuales), agilizando la lectura y evitando tanta introspección, por mucho que de eso también haya por aquí.

Además los dos hermanos son bastante legos en estos asuntos, lo que permite que por mucho que nos lleven algo de ventaja no es tanta como para sentir que vamos a una exhibición en un museo para que alguien nos haga la visita guiada.

Salvo las tres o cuatro pequeñas cosas que ellos saben al principio de la novela, el resto es tan nuevo para ellos como para nosotros y el lector descubre las cosas a la vez que ellos, de la mano de ese personaje tan entrañable que es Robin Goodfellow.

Ambos son prácticamente humanos (salvo algún pequeño (o gran) matiz en el caso de Cal) al menos en comportamiento, lo que evita que estemos pendientes de distintas reglas de juego, magias y poderes insospechados y la novela se ciña más a la acción más básica que existe, el combate directo, bien sea con espadas, pistolas o cualquier otro dispositivo dañino comercializable en tiendas del siglo XXI.

Los personajes son tridimensionales, reales y bien construidos, sin mucha exageración ni parafernalia. Son duros pero es producto de los acontecimientos y viven en un mundo que podemos entender perfectamente porque no deja de ser el nuestro y sus problemas, aunque parcialmente, también lo son.

Las criaturas sorprenden porque no cumplen necesariamente con lo que se espera de ellas o, al menos, no todas son como siempre has leído, lo que capta tu atención cuando los lees y además te permite realizar un sano ejercicio de reseteo y a la vez ay algo cautivador en cuanto rodea a la trama y a sus personajes. Es de esas lecturas que te deja dos o tres momentos (el Darkling, el momento Troll, alguna escena en el bar, el momento hombre lobo en hotel...) para el recuerdo, que no es algo que siempre se pueda afirmar de lo que se lee.

La trama está bien construida y es original sin cometer un error que  parece cada vez más habitual como es confundir "sorprendente" con "ultracomplejo" y "complejo" con "caótico tirando a continua sucesión de historias y avatares mil que convierten toda la trama en una matrioska que nunca sabes dónde va a acabar". Aquí te sientas, lees, te sumerges y sigues la narración sin necesidad de volverte loco haciendo apuntes mentales (o físicos) de cuanto pasa.

El final no es una megabatalla de dimensiones próximas al armaggeddon, donde el prota se enfrenta a una criatura casi divina, capaz de destruir el mundo con un sólo gesto del dedo. Esos momentos "Bola de Dragón",  con el constante momento "uyyy, que lo ha matado por enésima vez", no aparecen.

La forma de escribir es ágil y la narración a través de los ojos de Caliban es interesante, sobre todo cuando aparece el Darkling en escena y todo cambia. Es algo sorprendente y da a la novela un toque distinto que marca la diferencia con el resto de obras.

No, no es una novela redonda..

Dependiendo de los gustos siempre hay algo que mejorar: no estaría mal algo más de detalle en las luchas, un poco menos de Cal y un poco más de Nick o quizá esa sensación de deja vú que pueda tener algún seguidor de Supernatural que establezca algún paralelismo maligno/sospechoso.

Pero en general está bien, bastante bien de hecho, sumando bastante más de lo esperando y evitando dejar indiferente. 

Sorprende, agrada y se sale un poco de la tónica general del género o al menos de la forma en que lo suelen tratar otros autores con demasiado paralelismos entre sus novelas. Ésta aporta un poco de novedad, una lectura ágil y entretenimiento adictivo junto a alguna sorpresa.

Valoración: Me gusta mucho

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