lunes, 4 de julio de 2016

La brigada de Anne Capestan - (Serie de Anne Capestan, vol. 1)



Una de las peores cosas que existen en el mundo son las comparaciones, máxime si son erróneas, generan confusión y condicionan la percepción de la obra cuando ésta no cumple con las espectativas creadas por el comentario de alguien (otro escritor, crítico, etc...) que no siempre actúa movido por la honestidad profesional que se espera sino por fines pecuniarios .

Digo esto porque buscando información sobre esta novela vi una referencia a Fred Vargas («una Fred Vargas con grandes dosis de humor») y me llamó la atención ya que me gusta mucho como autora. Un "Fred Vargas" con mucho humor es un reclamo interesante pero la lectura de la obra demostró que no era una comparación muy acertada o al menos correcta.

Conozco y me gustan dos "vargas". La del "Comisario Adamsberg" tiene un punto surrealista que la aleja de cualquier otro autor que conozca, muy lejos de las lecturas habituales, algo único, pero carente de ningún podría definir toque humorístico que uno se pueda llevar a la boca. 

La otra variante de la escritora es la serie de "Los tres evangelistas", ligera, con un toque más alegre (y menos extravagante), de diálogos y personajes vivos pero siempre con cierto aire irreal por lo peculiar que son todos los que campan por sus páginas, aunque tampoco una lectura hilarante.

La novela de Henaff es mucho más convencional, con esa sensación de algo que puedes haber leído antes o que tiene un toque que recuerda a y con la carencia de ese toque de humor que pregona la reseña. Como mucho arranca un par de sonrisas, sin más y deja la sensación de que no puede ser comparada con ninguna de las dos versiones de Fred Vargas. Aquí hay más que nada levedad (me cuesta definirla como humor propiamente),  una forma más cotidiana de tratar la trama y los personajes, eso sí, personas del día a día.

Quizás estamos tan acostumbrados a los ambientes lúgubres, las actitudes sombrías, los comportamientos grises y esas atmósferas cargadas de malos presagios y  pesadumbre que acompañan a la inmensa mayoría de novelas negras que en cuanto el entorno cambia parece hasta irrisorio y alegre. 

"La brigada de Anne Capestan" es una novela ligera, que se lee muy bien, que entretiene y distrae, que incluso llega a sorprender un poco con unfinal que le sube de categoría cuando uno piensa que está leyendo un peso pluma, pero que aún con eso se queda muy lejos de ser un peso pesado del género.

Cuenta con personajes bien tratados, muchos (si no todos) con taras, en un sistema que constriñe a aquellos que no se encuentran dentro del canon habitual, que no entran en la definición de "normal".
Un grupo marginal condenada al fracaso, donde gafes, exmiembros de asuntos internos, homosexuales, alcohólicos, ... son ubicados y dejados a su suerte en ese cajón de sastre que denominan brigada, donde se verán obligados a encontrar la fuerza necesaria para no quedarse reducidos a ser lo que les dejan ser y a luchar pararecuperar la identidad propia, a sacar el carácter que les impida limitarse a dejarse ir y a encontrar distracciones que les ayuden a entretenerse y pasar el rato.

Tres casos sin resolver, dos muertes (una intencionada con arma de fuego y un robo con muerte de la víctima) y un traficante de drogas sin identificar serán los elementos que comenzarán las hostilidades y les lanzarán contra el sistema establecido y aquellos que no les tienen en cuenta.

Muy dinámica y con constantes cambios de perspectiva entre varios personajes, la novela crece conforme aparecen nuevos integrantes y Capestan se ve obligado a lidiar con ellos, a aceptar sus peros para aprovechar sus pros y a jugar con un sistema que les ata muy en corto.

Capaz de arrancar una sonrisa en un momento dado, la obra destaca más por conseguir un ambiente cotidiano sin llevarlo al terreno de lo estrambótico, con protagonistas muy humanos como podemos ser cualquiera de nosotros cuando se nos estudia con detalle dentro de nuestra rutina.

Alejada de los grandes del género en Francia (Thilliez, Lemaitre o Vargas), Henaff consigue en esta novela una aproximación creíble y real a la cotidianidad de la administración (sea policial o no) y a los problemas del día a día sin caer en lo habitual, en la apatía, en la repetición, en lo risorio o en la parodia.

Si tuviese que buscar una similitud, aunque lejana, sería con el Departamento Q (de Jussi Adler-Olsen), aunque su autora consigue mantener un ambiente más distendido y menos visceral, permitiéndonos como lectores mantener cierta distancia sin sumergirnos en la lobreguez y sordidez que acompaña las novelas del autor sueco.

Valoración: Me gusta

Un buen entretenimiento, agradable y ligero, con personajes interesantes que habrá que ver cómo se desarrollan en novelas posteriores. 

Un libro para leer entre novelones, de esos que no hace que sientas que pierdes el tiempo cuando lo lees, ideal para periodos donde una lectura que requiera mucha más atención no es bienvenida.

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