sábado, 16 de abril de 2016

Mujeres

He estado esperando a terminar alguna otra novela que no fuese muy larga para comentarla junto a esta en un intento de que compartiesen post y sirviese para dotar a éste de una dimensión y longitud superior.

Tenía hasta la compañera de viaje ideal para hacerlo "Manual práctico de cocina, Negra y criminal" de Montse Clavé, que contiene recetas que han acompañado a algunos de los personajes de novela negra más destacados de la historia. Una lectura curiosa y entretenida, que intercalo entre lecturas o que cojo cuando tengo un ratito y no quiero muchas complicaciones.

Pero esta semana no le he dedicado mucho tiempo inmerso en terminar alguna otra novela y no quiero demorar mucho más el comentario de "Mujeres".

Influye que mi perspectiva para este post ha cambiado. 

Sabido es para quien siga el blog que me gusta mucho Andrea Camilleri: Su forma de escribir, directa y cautivadora, su sentido del humor inteligente, su prosa directa, su capacidad de síntesis y de generar mensaje y opinión en pocas páginas, su crítica social y la denuncia contra la mafia y la corrupción. 

Siempre que hablo de él hablo de calidad frente a coste. Del elevado precio de sus novelas para la brevedad que supone su lectura, de la posibilidad de buscarlas en bibliotecas, de que te las deje alguien, de, en cierto modo, reservar los dineros para inversiones más interesantes, al menos con un mejor ratio precio-tiempo de lectura-diversión-entretenimiento. 

No es una crítica a Camilleri sino al sistema editorial español, donde un libro impreso vale casi lo mismo que uno en formato digital cuando los costes, digan lo que digan, no pueden ser similares, ni mucho menos.

Pero siempre hablo bien de Camilleri. Sus novelas cautivan, son inteligentes y dejan poso. Menos esta.

Puede que llegase con la idea equivocada a "Mujeres", un error que pudo originar la sinopsis del libro, que unido a una curiosidad siempre presente por conocer y descubrir nuevas figuras femeninas en la historia y una visión menos patriarcal de la misma, acaben por dotar de una mejor concepción de la historia y de quienes la poblaron.

Leí hace no mucho tiempo y luego lo escuché en una charla que hicimos en el Distrito, que las mujeres han sido invisibilizadas a lo largo de la historia, que son muy pocas las que aparecen y casi ninguna tiene relevancia. 

De este libro esperaba precisamente la posibilidad de conocer mejor o de descubrir a figuras históricas que le hayan llamado la atención. Incluso las que conforman parte de la mitología greco-romana, donde tienen un rol más protagonista aunque normalmente sea para tratar algunos de sus posibles defectos (la soberbia de Aracne, el triste destino de Troya por culpa de Helena, la tragedia de Antígona a la que nadie hizo caso, etc...). 

La sinopsis amplifica esa ilusión. Crea espectativas. Aumenta el deseo. 

Lees lo que quieres leer. Entiendes lo que te interesa. No te centras en nada más. No te paras a pensar. Hasta olvidas las matemáticas: 39 historias.... 208 páginas... Si divido.. hay poco margen para soñar.. 5 páginas por historia, más o menos. Poco margen, por muy Camilleri que lo escriba.

Y eso es lo que sucede. 

Historias breves, donde para cuando te sitúan has quemado el 40% de la historia. 

Que no profundizan en muchos mensajes. 

Que no narran momentos significativos de figuras ilustres. 

Que es intimista pero que no llega a transmitir. 

Que comparte pero no te hace partícipe. 

Que esboza pero apenas muestra. 

Que es Andrea C. pero que no se identifica como Camilleri cuando lo lees. Sin mafias, sin corrupciones, sin denuncia social, en el mejor de los casos denuncias micro (cuando la hay que no es mucho) frente a la macro. 

Con poca opción para la memoria. Historias que pasan ante tus ojos como lo hace el AVE visto desde cerca. Un relámpago del que apenas atisbas la forma y que deja muy poco para el recuerdo.

Podría hablar de "Antígona" y de algún otro relato que me ha gustado, pero serían los menos y tendría que buscar la marca que dejé para encontrarla cuando hiciese falta, porque poco recuerdo de lo leído, sólo vagas impresiones. Eso es lo peor. Porque si algo me gusta es que las obras dejen poso, sentir que algo han aportado, que han dejado huella. Esta novela no. Poco regusto para una historia que no deja de ocupar 200 páginas, aunque uno no se de cuenta con tanto cambio de historia y escenario.

Valoración: está bien

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