sábado, 19 de marzo de 2016

El misterio de Pont Aven - Comisario Dupin, vol. 1


A veces las cosas dependen del momento en el que te toque vivirlas o hacerlas.

Cuando leí esta novela, hará casi un mes, me gustó bastante. 

Es una novela social, nada técnica, que uno lee de un tirón sin que apenas le exija. Una lectura agradable aunque cuesta un poco meterse en ella porque su protagonista, el Comisario Dupin, no resulta fácil de asir de primeras. Luego, conforme avanza la novela, se le coge hasta cariño.

Por su proximidad en el tiempo me trajo al recuerdo el descubrimiento de Antonio Manzzini a primeros de año, aunque algo inferior. Personajes menos profundos, peor tratados y con un estilo menos rico.

No recuerdo novelas negras ambientadas en Francia que no me hayan gustado (hasta hace un segundo aquí ponía "no recuerdo autores franceses que no me hayan gustado", pero acabo de leer que Jean-Luc Bannalec es el pseudónimo de un editor/traductor alemán de origen bretón Jörg Borg), a bote pronto las novelas de Fred Vargas, Franck Thilliez o Pierre Lemaitre.

Pero "El misterio de Pont-Aven" es la primera que ambientada en territorio galo,tiene un aire más costumbrista, permitiéndo(me) un acercamiento distinto a la sociedad francesa, aquí en concreto a la de la zona de la Bretaña (Pont-Aven, Concarneau, Brest...).

La descripción del clima, la orografía y sobre todo la gastronomía hacen de la lectura un placer para quienes deseen descubrir una zona francesa de la que no siempre se ha oído hablar.

Al cuadro que pinta Bannalec le falta quizás una mayor ambientación con los personajes, a quienes se aproxima de forma bastante somera, centrado en los aspectos que tienen relevancia en la investigación y en la parte que apoyará una ligerísima crítica politica y social que aparece en la novela.
Lo cierto es que cuando terminé su lectura estaba más que agradecido con su autor. Me había permitido una buena lectura en un momento de cambios de género, suponía una aportación nueva a mi biblioteca (que siempre ofrece hueco a novelas con tinte social que permita un mejor acercamiento a otras culturas y sociedades).

Dupin es un personaje que poco a poco se va metiendo en el lector. Algo arisco y distante, con tendencia a guardar sus deducciones para sí, poco dado a compartir información y a trabajar en grupo y, sin embargo, en algunos aspectos cercano al lector (sobre todo cuando el lector observa como demuestra interés por un personaje femenino que, en los pocos momentos en los que aparece, ilumina la novela y le ofrece un plus adicional de la que sin ella carecería). Eso sí, no es mal guía culinario (aunque sobre como cocinar las cosas no se aprende mucho, la verdad. Amantes de "El aroma del crimen" abstenerse que aquí las elaboraciones llegan cocinadas a la mesa)

El ritmo es muy constante, las sorpresas escasas al tratarse más de acompañar al comisario que de ser parte del propio proceso deductivo. Hay partes que son predecibles y otras que no están a nuestro alcance porque hay una parte de la información que no se nos ofrece en ningún momento.

He leído por ahí que recuerda a las novelas de misterio más clásicas (mas que a las novelas negras actuales), en la estela de Agatha Christie, no creo que se trate tanto de que se inspire en ellas sino en que su creador renuncia por completo a incluir ninguna aportación científica/forense a lo largo de la novela, lo que condiciona parte de su desarrollo, que fía (casi por completo) a los interrogatorios del comisario y a sus dotes de observación (que es donde se esconden parte de los secretos que el lector va perdiendo durante la narración).

Valoración: me gusta Cuando acabé de leerla lo hice muy satisfecho, pensando en que un "me gusta mucho" podía ser una valoración bastante acertada. Por desgracia, desde entonces hasta hoy algo ha cambiado. 

Ese cambio tiene nombre, "Bruno, Jefe de Policía". La primera novela de una serie creada por Martin Walker que nos aproxima también a otra región francesa, la del Perigord. Con un tratamiento de los personajes superior al de la obra de Bannalec y una capacidad para introducir la parte política e histórica en la narración que hace de su lectura no sólo algo muy agradable sino muy instructivo.

Quizás de ahí venga el cambio de valoración de "El misterio de Pont-Aven". No quiero penalizar a una lectura entretenida pero sabiendo lo que viene tampoco puedo valorarla exactamente igual que como lo pensé cuando terminé su lectura.

Aclaración sobre los otros escritores que aparecen mencionados en este post.

Fred Vargas, no ha aparecido mucho pero su frescura y forma peculiar de concebir sus novelas merece todo mi reconocimiento. Escritora de lectura obligada pero no puede ser considerada, en modo alguno, costumbrista.

Franck Thilliez y Pierre Lemaitre también han pasado por aquí en alguna ocasión. 

El primero para mí está más que contrastado con "El ángel rojo", "Luna de miel" y "El síndrome E". Lemaitre me gustó mucho en "Irene" y ahora estoy a la espera de encontrar el momento de ponerme con "Alex". 

Dos autores de novela negra con un claro componente de tensión y, en algún caso incluso de denuncia social que me gustan mucho pero su lectura es de las que desgastan porque hacen que uno cuestione la existencia del ser humano y la maldad que es intrínseca en él, así como la tendencia a la violencia que es inherente a nuestra especie.

Martin Walker y su "Bruno" acaban de pasar por mis manos e imagino que en un par de semanas hará su primera aparición por este blog

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